NUEVE
DE OCTUBRE
Independencia de Guayaquil
La independencia de Guayaquil fue un proceso independentista que tuvo
lugar el 9 de octubre de 1820, con el propósito de
romper los lazos coloniales que existían entre el territorio de la Provincia de
Guayaquil y el Imperio español, y
que dio paso al surgimiento de la Provincia Libre
de Guayaquil. La independencia de Guayaquil marcó el comienzo de la guerra
de independencia de la Real Audiencia de
Quito como parte de las guerras
emancipadoras de Hispanoamérica. Entre los factores más influyentes para su
desencadenamiento se puede determinar la voluntad de los criollos, los cuales ya poseían
un alto estatus social y económico, de obtener el poder político.
En la historiografía
tradicional ecuatoriana se ha querido ver como precedentes de la independencia
de la ciudad a varias sublevaciones populares como la "Crisis de las Alcabalas" en 1592 o la "Rebelión de
los Estancos" en
1765, si bien
realmente tienen muy poco que ver con reclamaciones independentistas de España.
El primer levantamiento pidiendo un gobierno criollo en la Real Audiencia de
Quito fue el 10 de agosto de 1809, impulsada entre
ciertos sectores ilustrados de la población quiteña por las ideas del prócer Eugenio
Espejo. Tradicionalmente se conoce a este acontecimiento como el "Primer
Grito de Independencia", sin embargo, los dirigentes de la causa jamás hablaron
claramente de independencia sino de más autonomía política con respecto a la metrópoli
y a la capital del virreinato.
De hecho juraron fidelidad al rey Fernando VII,
oponiéndose así a la invasión que por aquel tiempo estaba sufriendo España por
parte las tropas francesas de Napoleón y a la
proclamación de José Bonaparte como
nuevo rey. Las tropas enviadas por el virrey del Perú, José
Fernando de Abascal y Sousa, del que dependía por entonces la Real Audiencia
de Quito, acabaron con la resistencia popular el 8 de noviembre de 1810.
Otras de las causas que
influyeron notablemente en la independencia de Guayaquil fueron las campañas
emancipadoras de la región norte de Sudamérica, lideradas por
Simón Bolívar.
Estos sucesos debilitaron las fuerzas españolas de la Audiencia de Quito.
Entre los personajes
destacados de la revolución independentista se encuentran el Dr. José Joaquín
de Olmedo, el prócer José de Antepara,
el militar León de
Febres Cordero y Oberto o el general José de Villamil
entre otros.
Revolución del 9
de octubre de 1820
La cantidad de
efectivos militares del ejército realista
apostados en la ciudad era de 1500 aproximadamente, los cuales estaban
distribuidos en: 600 soldados del batallón Granaderos de Reserva del Cuzco, 500 del
escuadrón de caballería Daule,
200 del batallón de Milicias Urbanas, 200 efectivos de las Brigadas de
Artillería, y 350 soldados en las 7 lanchas cañoneras que permanecían en el
malecón.[13]
Sin embargo, los oficiales que se habían plegado a favor el movimiento eran
Gregorio Escobedo e Hilario Álvarez del Granaderos, Damián
Nájera de la Brigada de Artillería, José Peña del batallón de
Milicias Urbanas, y por último los sargentos Vargas y Pavón del escuadrón
de caballería Daule con lo que se tenía asegurado el 70% de los efectivos
de la plaza.[14]
En consecuencia, las
maniobras debían propender a tomar el escuadrón de caballería Daule y la
bodega de
armas y explosivos de
la brigada de artillería, anulando a la
vez la capacidad de reacción de las tropas que acompañaban tanto a Joaquín
Magallar, comandante del Granaderos, como a Benito García del Barrio, primer
jefe del Batallón Granaderos de Reserva.[15]
Por los hombres de las lanchas torpederas capitaneadas por Joaquín Villalba no
se preocuparían, pues estaban desde el día anterior fuera del puerto, y había
oportunidad de resolver este problema si se coronaba con éxito la revolución. Y
todo se dio tal como se había planificado.
Para la noche del domingo 8 y la
madrugada del lunes
9 de
octubre, León de Febres
Cordero y Nájera llevaron con engaños al comandante español Torres Valdivia
a la casa del Nájera con el pretexto de invitarlo a una partida de naipes. Una
vez allí, lo sometieron y dejaron cautivo temporalmente explicándole que era la
única forma de evitar que él intervenga en contra el movimiento independentista
y que en vista de la estimación que le tenían, habían preferido evitar un
peligroso enfrentamiento con él. Febres Cordero, adueñado de las llaves del
parque de Torres Valdivia, se dirigió al Granaderos, en donde, con 50
hombres, fue hasta la Brigada de Artillería, y luego de sorprender y
encerrar al oficial de guardia, se apoderó del recinto. La tropa fue formada,
aclamando la causa revolucionaria.[15]
Mientras esto sucedía,
Urdaneta, con 25 hombres del Granaderos y nuevos jóvenes guayaquileños,
más la complicidad de los sargentos Vargas y Pavón, tomaron el escuadrón de
caballería Daule, no sin antes trenzarse en una balacera con Magallar y
sus hombres, que al darse cuenta de lo que sucedía, intentó impedirlo, muriendo
en el enfentramiento.[13]
[15]
Luego de esta acción, Urdaneta mandó al comandante
Matías Tirapeguí, quien se había plegado a favor del movimiento, hacia la
Batería de las Cruces, con la mitad del escuadrón de la caballería, con el
propósito de tomarla.[11]
El último incendio se
llevó a cabo en la casa del coronel Benito García del Barrio,
primer jefe del Granaderos de Reserva quien fue apresado por el teniente Hilario
Álvarez mientras dormía.
Para la mañana del 9 de
octubre de 1820,
la ciudad de Guayaquil había alcanzado su independencia de España y con
ello comenzó la guerra de independencia de lo que actualmente es la República del
Ecuador.[16]